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Ayer, una vez más, vi la película de la Pasión de Cristo y nuevamente no pude entender el comportamiento del ser humano. ¡Cómo se le puede odiar tanto a alguien que solamente nos viene diciendo que seamos buenos y nos amemos unos a otros! ¿De verdad genera tanto odio, rencor, soberbia e ira el que nos digan lo que tenemos que alcanzar la verdadera felicidad?
Humillaciones, desprecio, insultos, bofetadas, flagelación, patadas, empujones, cargar los maderos latigazo tras latigazo y llegar a matar y a rematar en la cruz. Todo ello riendo y disfrutando como si fuera la mayor diversión encontrada para tanto loco seducido por el diablo.
Pero lo lamentable es que seguimos haciéndolo día tras día con nuestros semejantes, manteniendo el desprecio y las carcajadas, sin importar la flagelación que sufre el de enfrente. Abuso, humillación, explotación, maltrato; fruto de la soberbia, la ambición, el egoísmo, la envidia y la maldad que reina en cantidad de corazones enfermos.
Ahora no se quiere saber nada de Dios, porque sigue siendo el único que nos llama la atención y nos pide que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
¿Nos imaginamos la traición de un amigo, un Judas? Y nosotros... ¿Qué aceptamos a cambio de engañar, de traicionar, de entregar a alguien, con el fin de conseguir un propósito, enriquecernos o conseguir el deseado «éxito»?
¿Nos damos cuenta que esto se vive a diario en el mundo entero sin importar el sufrimiento que se causa?
¿No nos impresiona ni nos conmueve un cuerpo lleno de llagas sangrantes?
Este continuo mal sigue actuando en el corazón humano.
¿Qué le pasa al corazón? ¿Dónde ha quedado la conciencia de cada uno? Se ha abandonado el alma, la bondad, los sentimientos, el amor.
¿Hoy nadie se conmueve ante el sufrimiento?
¡Vigilemos nuestro corazón! No permitamos que se convierta en piedra. Dejemos de negar y traicionar a Dios en nuestros semejantes. Dejemos de actuar como Judas y cuidemos nuestras acciones. Dejemos de hacer lo que nos da la gana y hagamos lo que se debe hacer.
Valoremos la felicidad que proporciona y nos proporciona el AMAR. Valoremos su grandeza.
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
Hoy también es el día del padre porque tienes que ser padre todos los días; no solo el 19 de marzo, ni cuando te apetezca.
No dejes que el trabajo te absorba, pero tampoco el gimnasio, los deportes, los amigos... Primero es lo primero.
Los caprichos no son la moneda de cambio para sustituir el amor de un padre y sus obligaciones con los hijos.
Conciénciate que siempre es preferible que juegues con él a que le des una maquinita, el móvil o le sientes frente a televisor.
No pretendas ser padre a partir de los doce, trece, catorce años... Lo que puedes perder no se recupera. Eres padre desde el primer día de su vida. Asúmelo y responsabilízate de tus obligaciones.
No quieras ser amigo, sé padre. Sé padre cada día en lo bueno y lo malo, cuando ría y también cuando llore, necesite tu ayuda o cuando sea necesario castigarle.
No dejes que tu hijo sea uno de los muchos jóvenes que hay ahora perdidos y sin referente alguno. El que tiene que educarlo eres tú. Al colegio ya deben ir educados.
Sí, también es el día del padre cuando tienes que decidir entre seguir trabajando o ir a tu casa con tu familia. Yo le tuve que aclarar a mi jefe que tenía una gran obligación que eran mis hijos, mi mujer, mi familia. No le gustó la aclaración, pero no me despidió y me respetó a partir de ese día.
Hay que sentirse orgulloso de ser padre y sería fantástico que nuestros hijos se sintieran orgullosos de nosotros como padres. Esto solo se consigue siéndolo de verdad.
Y si no sabes, tienes dudas, te resulta difícil ejercer como padre, no olvides encomendarte a San José. El mejor esposo y el mejor padre que ha podido haber en la historia con un gran misión.
No te olvides de ser padre cada día.
Si te parece importante el tema, también puedes leer mi artículo "hacer FAMILIA cada día".
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"Está bien mirarse al espejo para ver si uno está peinado y afeitado, si todo es fachada y apariencia, o mejor detenerse y averiguar lo bueno que uno guarda en su interior, para ponerlo al servicio de los demás.
Buena enseñanza la del evangelio de este domingo: Lc. 6, 39-45 y que seguro todos habremos escuchado pero que dejamos que caiga en saco roto, casi a diario, tanto en nuestra casa, con nuestro seres queridos y amigos, como en el trabajo, con nuestro equipo y nuestros compañeros, clientes, proveedores y demás gente con la que nos cruzamos a diario.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
►«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
¿Cuántos caen en el hoyo dejándose guiar por quiénes están más ciegos que ellos mismos?
Hay guías que nos llevan a la ruina. Todo lo que dicen y hacen parece que deslumbra, pero todo ello es falso.
Como decía Groucho Marx: "es mejor permanecer callado y parecer tonto, que abrir la boca y despejar todas las dudas".
►No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
Un buen guía, un buen maestro, es aquel que no solo enseña con palabras sino con su vida.
Si al ir caminando juntos ve «un hoyo», seguro que nos lo advertirá para que no caigamos en él.
Un buen maestro que se preocupe por nuestra enseñanza, nos hará llegar a convertirnos un día en el maestro.
►¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Hermano, déjame que te saque la mota del ojo», sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.
¡Qué indulgentes somos con nosotros mismos, excusando nuestros errores y defectos, y qué críticos y jueces condenando lo que hacen los demás!
►Pues no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
Jesús, se sintió defraudado por una hermosa higuera que sólo tenía hojas, pero ningún fruto.
Y nosotros, ¿podemos dar grandes frutos? ¿Podemos abrir nuestro corazón y dar todo eso maravilloso que se esconde en nuestro interior?
►El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque «de lo que rebosa del corazón habla la boca».
Debemos detenernos a analizar nuestra vida y constatar que no todo lo que hay en nuestro corazón es «trigo limpio». También hay cizaña y mucha.
¿Hasta cuándo vamos a mantener la fachada y la apariencia?
«Un buen maestro, es aquel que no solo enseña con palabras sino con su vida»
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"