La importancia de dejar huella en tu vida
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El podio de los triunfadores

 

 

 

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04.06.2023
Jesús Portilla
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Ante cualquier maravilloso proyecto, no podemos dejar que nos paralice el miedo.

Creo que a todos nos encanta contar todo aquello bueno que nos sucede y todo aquello que nos ha gustado: un buen trabajo, un buen restaurante, una obra de teatro divertida, un deporte, ese equipo de fútbol que te hace feliz... Incluso si has conocido a alguien diferente que te ha dado un buen consejo, que te ha tranquilizado, que te ha llenado con sus palabras y te ha alegrado el día o que te ha enamorado.

Y entonces, si nos sentimos felices siendo católicos, si hemos conocido a ese Alguien que ha ensanchado nuestro corazón, ¿por qué nos da vergüenza contarlo y compartirlo con los demás?

Eso no se entiende hasta que se vive, y cuando se vive, ¿por qué ocultarlo a los demás? 

Cuando en nuestra vida las cosas nos van bien y nos llenan de satisfacción y entusiasmo, deseamos compartirlas con los demás, poderles regalar también esa alegría, esa felicidad.

El hecho de que uno rece, vaya a misa, lea la biblia, engrandezca su corazón con vivencias y testimonios de conversión, descubriendo el verdadero amor, los valores, el sentido de la vida, debería no causarnos vergüenza compartirlo, sino alegría de poder ofrecer a nuestros seres queridos y a quienes se crucen en nuestro camino, aquello que nos llena de felicidad y nos hace levantarnos cada día poniendo el alma y el corazón en todo lo que nos depare.

Lo que sí debería darnos vergüenza sería no contarlo, quedárnoslo para nosotros solos, no transmitirlo. Nunca nadie podrá entender lo que sentimos, si nosotros no lo contamos o no les damos la oportunidad de conocerlo y empiezan a vivirlo.

Decía Juan Manuel Cotelo ( Fundación Infinito + 1 ) en una conferencia: No tengas una relación con Dios de amantes secretos. Te quiero mucho, mucho, pero nos veremos a solas porque nadie lo va a entender. Cuando salgas de aquí que no nos vean juntos, por favor. Y si vamos a esa fiesta, es mejor que tú te quedes en el coche o entras después y haces de camarero, porque nadie va a entender que hayamos venido juntos. O mejor, quédate en el maletero para que no vean que vienes conmigo. Si te ven, me vas a hacer quedar mal. 

¿Y por qué ocultarle como un amor secreto? ¿Por qué nos da vergüenza de hablar de Dios? 

Porque nos van mirar mal, se van a apartar de nosotros, nos considerarán unos raros y qué más van a pensar...

¿Y no está el mundo lleno de raros que hacen mil y una cosa extraña?

Pueden pensar que eso ya no se lleva. Pero esto no es una moda, existe desde el principio de los tiempos; es un sentimiento, es una manera de vivir con sentido, es una creencia en una serie de principios, es una actitud espiritual, es un camino hacia la felicidad.

Si no hacemos mal a nadie o incluso si procuramos ponernos al servicio de los demás, ¿qué importa lo que digan y quién lo diga?

¿No se trata de compartir todo aquello que a uno le proporciona alegría, para que aquellos familiares, amigos y compañeros, puedan disfrutar igualmente de ello?

Hay multitud de testimonios para entender lo que os quiero transmitir, para entender el porqué de ese cambio en la vida de tantas personas de toda índole y condición: famosos, empresarios, destacados, sencillos, adultos, jóvenes.. Se pueden ver en YouTube y en las demás redes sociales contando su conversión.

Como decía al principio, eso no se entiende hasta que se vive, y cuando se vive, ¿por qué ocultarlo a los demás? 

Se necesita que se hable de Dios en la familia, en el trabajo, en la universidad, en el colegio, en la calle... El mundo necesita que se hable de Dios.

Tal vez sean muchos con los que nos hemos cruzado en nuestro camino y estaban esperando conocer lo que ellos no conocen.

No pensemos tanto en la dificultad de transmitir y hagámoslo. Siempre sabremos Quién nos va a inspirar. ¡Ánimo!

En palabras del Papa Francisco para la JMJ en Lisboa: ¡Levántate y ponte en camino!

Tal vez algo nos pueda decir al ver la imagen de más de ocho mil jóvenes en el Palacio de Vistalegre de Madrid, para escuchar lo que transmitía el grupo Hakuna.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"

13.05.2023
Jesús Portilla
Ningún comentario

Yo no sé vosotros, pero en mi caso hay días que cuando hago mi examen de conciencia sobre lo que he hecho, cómo lo he hecho y lo que he dejado de hacer y el porqué, algunas cosas me chirrían en mi cabeza, sobre todo por el bien que he dejado de hacer.

¿A cuántos he escuchado con interés? ¿Cuánto tiempo he dedicado a ayudar y enseñar.  ¿A quien he animado y dado esperanza? ¿Cuántos de mis dones he puesto al servicio de los demás? ¿A cuántos he pedido perdón y a cuántos he perdonado? ¿A cuántos he regalado mi sonrisa? ¿Cuánto amor he compartido? ¿Cuántas veces me he abstenido de criticar? ¿Con cuántos he sido luz y sal?

Y cuando me planteo la nota que daría a ese examen de conciencia, el que chirría más es mi corazón.

¡Cuánto bien podemos hacer en el mundo, pero cuánto bien dejamos de hacer!

Porque estamos aquí para brillar, para ser luz, para ser sal, y no solo entre familiares y amigos, sino también en la empresa y en cualquier lugar donde nos encontremos.

Decía Carlo Acutis, que todos nacemos como originales, pero la mayoría mueren como fotocopias, copiando lo que hacen los demás. No han vivido su vida, sino de la otros. Vivimos imitando, y no precisamente lo bueno, porque eso es más difícil y cuesta mucho más.

Me llaman mucho la atención los comentarios que se hacen sobre unos y otros servicios y productos, ya que aunque los hay agradecidos y satisfactorios, una gran mayoría no son críticas constructivas, sino críticas para hacer daño. Parece que sobresale el rencor, la envidia, la crítica, la queja, el desprecio, la humillación... ¿Dónde queda la felicitación, el elogio, el reconocimiento, el ánimo e incluso ese consejo para mejorar que no sea insultante?

Comentaba el otro día el Padre Raúl Romero: Lo decía muy bien Cox en su famoso libro de “Fiesta de locos”: “el hombre moderno ha ganado el mundo, pero ha perdido el alma”. Al hombre moderno le han subido a un coche con todo lujo de servicios por dentro, con una preciosa carrocería por fuera, pero “sin motor”.

¿Dónde ha quedado nuestro motor? ¿El corazón y el alma que todo lo puede?

Hablaba en otro artículo anterior, de construir nuestra vida sobre roca.

Y es que para tener un proyecto de vida sólido y que no se caiga a pedazos, tenemos que estar ahí donde se nos necesita y donde se nos reclama para agrandar corazones y que nuestra llama no se apague y pueda dar luz.

La única forma es estar ahí, siendo más conscientes de cada momento, valorando a las personas que nos rodean, aprendiendo de cada experiencia, agradeciendo y aprovechando cada oportunidad.

¡Qué gran importancia tiene el estar siempre ahí  para nuestra familia, para los amigos, para nuestra empresa, para los compañeros, para nuestro equipo, para nuestros clientes, para nuestros pacientes, para nuestros alumnos y en definitiva para todo aquel que se cruce en nuestro camino!

¡Cuánto bien dejamos de hacer si no estamos ahí!

No nos cansemos de hacer el bien. Como dice el Papa Francisco: El bien no se alcanza de una vez para siempre, ha de ser conquistado cada día.

Como escuché el otro día a un sacerdote: deberíamos ser personas con denominación de origen. 

En definitiva, disfrutar de ser personas y ver cómo disfrutan los demás al ver que estamos ahí. Todos tenemos un tesoro en nuestro corazón y tenemos que compartirlo.

No dejéis de ver La última cima

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"

 

En esta entrevista vamos a conocer a Antonio Montes Orozco (Madrid 1972). Serio, sencillo, prudente, gustoso del silencio y de la escucha. Casado y con dos hijas. Titulado en Ingeniería de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y experto en metodologías para desarrollo de software. Autor de tres ensayos referentes al mundo de la empresa, habiendo publicado recientemente un libro católico, de lectura fácil y comprensiva, para profundizar y madurar en la FE y conocer los beneficios de estar al lado de Jesús (MadurandoTu FE Católica: Aprenda a madurar su FE al nivel de los Santos, y benefíciese de estar cerca de Jesús).

 

►¿Quién es Antonio Montes?

Un padre de familia que siempre ha luchado por salir adelante, superando tribulación tras tribulación.

 

►¿Cómo surgió la idea de hablar de la FE?

Tras mi conversión, en una peregrinación a Fátima, me encontré con que mi FE era la FE de un chaval de 17 años, inmadura e inservible. Culpaba a mis catequistas y a mis padres de no haberme formado lo suficiente, de forma que no había podido resistir las tribulaciones que me mandó la vida, como la muerte de mi padre teniendo yo 17 años. Yo sabía que había gente con una FE madura capaz de aguantarlo todo. Quería ser como ellos, y por eso empecé a indagar y a investigar. Como Dios me ha concedido el don de la empatía, di por sentado que había mucha más gente en mi situación, por lo que Jesús me metió en la cabeza que les vendría bien un libro sobre cómo madurar la FE, pero deseché esa idea. Así actúa Jesús: pone una semillita, y luego le va dando forma.

 

►¿Por qué un Ingeniero de Telecomunicaciones se decide a escribir un libro para ayudar a los demás en el camino de la FE?

Porque Jesús es muy convincente cuando quiere. Yo le dejé bien claro que, trabajando, se olvidase de mí para evangelizar o para escribir libros, así que desterré la idea de escribir un libro para madurar la FE, y la idea de dar catequesis a los chavales de primera comunión (tal y como hacía mi mujer). Yo era padre de familia y mis esfuerzos tenían que estar en hacer bien mi trabajo y asegurar mi puesto, para resistir las sucesivas crisis económicas y que no me despidiesen.

Como Jesús entendió que yo necesitaba tener tiempo y la vida resuelta, permitió que se generase en mi cerebro un tumor de 8 cm. que me invalidó para trabajar. De ser un jefe de proyecto del mundo software, pasé a ser un pensionista. La humildad que generé para asimilar este gran cambio en mi vida me hizo evolucionar, abrir mi corazón y poner en práctica todo lo que había aprendido en mi búsqueda de madurar la FE. Y después, cuando me consagré al Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre me hizo ver claro que ya no tenía excusa para no escribir un libro, ni para no dar catequesis a los chavales de la parroquia.

 

►¿A quién va dirigido este libro?

A todos aquellos que sufren y que, por no haber recibido una buena formación, se encuentran frustrados y desesperados, desconociendo todas las ayudas que Dios nos da para tener paz, ser felices y que todo nos salga bien.

 

►¿Por qué es necesario tener FE?

La FE es un regalo para el que se acerca con humildad a Dios. Dios no nos la va a dar así como así, sino que tendremos que pedírsela con humildad. Para los que estamos llenos de soberbia, a veces, dejar que la vida nos aplaste un poco, es la forma que Dios encuentra para que nos demos cuenta de que lo necesitamos, y generar la humildad suficiente para acudir a Él sumisos, y pedirle FE. La FE es el detonante que abre nuestros corazones y permite introducirnos en un camino de mejora continua hacia la Santidad.

 

►¿Quiénes necesitan madurar en la FE?

Todos. La vida es un camino de mejora continua hacia la Santidad, por lo que nunca se deja de mejorar ni de aprender. Dios nos va poniendo pruebas para que reforcemos nuestra FE. En cada prueba tenemos que poner en práctica los conocimientos aprendidos, como son confiar en Jesús y tener Esperanza.

 

►¿Crees que tener FE es un tesoro?

Todo lo que viene de Dios es un tesoro en sí mismo. La FE es una gracia de Dios, y nos llevará a ser ayudados en todo lo que hagamos, a descubrir cuál es el plan de Dios para nosotros, a tener Paz Divina, a que nuestras vidas tengan sentido y, en definitiva, a ser felices. La FE es un tesoro, y el que diga lo contrario, miente, o es un hijo de Satanás ;-)

 

►¿Qué influencia tiene sobre nosotros la FE?

Nos abre el corazón para entregarnos completamente a Dios y a su voluntad, y que los 7 dones del Espíritu Santo se expresen con toda su plenitud, haciéndonos poner a Dios en el centro de nuestras vidas, preparándonos para evangelizar y ver la vida con los ojos de Dios, y dándonos fortaleza para aguantar las tribulaciones y resistir a las tentaciones.

 

►¿No crees que es muy difícil madurar nuestra FE al nivel de los santos?

Es difícil si nos faltan conocimientos. Si nos quedamos en una religión de mínimos, nos perderemos las herramientas que Dios nos da para ayudarnos. Con los conocimientos adecuados, entenderemos que poner a Dios en el centro de nuestras vidas es una apuesta segura, la cual nos llevará a ese camino de mejora continua hacia la Santidad. Dios nos trata de forma personalizada, y si somos 8000 millones de almas en la tierra, existen 8000 millones de caminos distintos para alcanzar la Santidad. Sólo hay que abrir el corazón y descubrir cuál es el que Dios tenía preparado para nosotros desde el principio de los tiempos.

 

►¿Cuáles son los beneficios de estar al lado de Jesús?

Jesús es el camino, la verdad y la vida, por lo que permanecer en él y entregarse a su voluntad es garantía de éxito. Todo nos saldrá bien y nos convertiremos en unos tramposos que darán asco. Tramposos porque, con las herramientas que Dios nos da, todo es más fácil, y daremos asco, porque seremos la envidia de los no creyentes que nos rodean.

 

►¿Crees que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros?

Sí, Dios tiene ahora mismo 8000 millones de planes, y a cada uno le corresponde uno de esos planes. Es un hecho: Dios nos ama desde el principio de la creación, y sabe nuestro nombre desde ese instante, preparando para nosotros un plan.

 

►¿Es necesario el acompañamiento de un director espiritual para el crecimiento en la FE?

Es muy recomendable, porque solos no podemos. Necesitamos que Jesús nos hable a través de nuestro confesor habitual, pues aprovechará a abrirnos la mente y recomendarnos justo aquello que necesitemos. Si no podemos acceder a un guía espiritual, al menos tratar de tener un confesor habitual que nos conozca.

 

►¿Cuál es para ti el sentido de la vida?

La vida es un camino de mejora continua hacia la Santidad, en el cual vamos descubrimos el plan de Dios reservado para nosotros. Ponerse en las manos de Jesús, para descubrir dicho plan, da sentido a nuestras vidas, a nuestro dolor, a nuestras tribulaciones. Alejarse del plan de Dios para nosotros es un sinsentido, pues nos quedamos sólo con un mundo lleno de dolor y tribulaciones, donde buscamos compensaciones que nos hagan olvidar el sinsentido en el que estamos inmersos (compensaciones como drogas, chutes de adrenalina, sexo, placeres mundanos…).

 

►¿Crees que estamos en este mundo para cumplir una misión?

Por supuestísimo, como dice mi madre. Misión y plan es lo mismo. Nuestra misión es llevar a cabo el plan que tiene Dios para nosotros, y del cual hablábamos antes.

 

►¿Has sentido al demonio cerca de ti?

Sí. El demonio aborrece que nos acerquemos a Dios, por lo que intenta desviar nuestra atención a cosas banales. Me desconcentra cuando hago oración, me desconcentra cuando hago oración contemplativa, aumenta mi soberbia para que me enfade, me ataca a través de mis seres más queridos… Es un psicópata incapaz de tener sentimientos de amor.

 

►¿Cuáles son los mejores pasos para no desfallecer en el camino hacia el cielo?

Reconocer que solos no podemos, ser humildes, y pedir ayuda. De hecho, el Diablo intentará que pretendamos ser Santos por nuestras propias fuerzas, sin dejarnos ayudar, pues eso supondrá garantía de fracaso.

 

►¿Crees posible que este mundo convulso, cambie?

Por supuesto. A las dos ecuaciones que planteo en el libro (ira = diablo; y miedo = diablo), añado esta: desesperanza = diablo. Analizando la segunda bienaventuranza (bienaventurados los que lloran, porque serán consolados), nos damos cuenta de que perder la esperanza es una falta que sería bueno confesar. El desesperanzado deja de luchar, porque ya todo está perdido. ¿A quién le interesa que dejemos de luchar? Correcto, al diablo. Sabemos, a través de la profecía del Apocalipsis de Juan, que al final triunfará el bien sobre el mal, por lo que tengamos Esperanza: por supuesto que cambiará el mundo a mejor, tal y como ha venido haciendo desde el año 33. Tan solo hay que superar las piedras en el camino que nos ponga el maligno.

 

►¿Qué le dirías a aquellos que dicen que creen en Dios pero no en la Iglesia?

Que la Iglesia somos todos, no sólo un Papa y unos cuantos obispos. Negar a la Iglesia es como negarse a sí mismo.

 

►¿Con estas prisas con las que vivimos, hay tiempo para orar, rezar, meditar…?

Por supuestísimo. Tan sólo basta poner a Dios en el centro de nuestras vidas, y las estrategias necesarias surgirán para encontrar tiempo para orar, para rezar el Rosario, para rezar la Coronilla, para confesarse, para prepararse las lecturas de una misa, para formarse, etc.

 

►¿Cuáles son las cinco cosas más importantes para ti en tu vida?

La oración, la formación, el objeto de mi vocación (la familia que he formado con mi mujer), la evangelización y el amor al prójimo.

 

►¿Qué es lo que más valoras de las personas?

La coherencia.

 

►¿Te consideras feliz? ¿Qué es la felicidad para ti?

Sí, me considero asquerosamente feliz. Ser feliz es esa alegría interior que se desborda y que te lleva a estar todo el día con una sonrisa en la cara y haciendo bromas. Para mí felicidad = Paz Divina, y ahí va otra ecuación.

 

►¿Cómo pasas el tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones?

Escuchar música, estudiar francés, componer música, escribir, enseñar, leer un buen libro

 

►¿Cuáles son tus sueños y dónde te ves dentro de diez años?

Mi sueño es que el libro ayude a la mayor cantidad de gente posible. Me han ofrecido traducirlo al polaco, por lo que estaría genial poder ayudar a Polonia a que los creyentes de allí maduren su FE.

 

►¿Qué aconsejarías a los  padres para educar a sus hijos en la FE?

Introducirse ellos en un camino de mejora continua hacia la Santidad y dar ejemplo, pues la religión se propone, pero no se impone.

 

►¿Qué consejo darías a los jóvenes?

Orar, orar, y en los ratos libres, orar. La oración es la escalera hacia Dios.

 

►¿Habrá un segundo libro en la misma línea espiritual?

Sí. Ya Jesús me lo ha hecho ver. Me estoy haciendo el remolón pero, conociendo a Jesús y lo insistente que puede llegar a ser, al final sé que lo acabaré escribiendo.

 

►¿Hay alguna otra pregunta que te harías a ti mismo? ¿Qué te responderías?

Sí, hay una: ¿cómo saber si estás enamorado de Jesús?

Si te pones de rodillas, delante del sagrario, estás un ratito orando, y acabas con lágrimas en los ojos, de puro agradecimiento, sabrás que estás enamorado de Él.

 

Antonio, muchas gracias por tu generosidad al concedernos esta entrevista y dedicarnos tu tiempo. Tus palabras y tu mensaje son una fuente de inspiración para los lectores de «El podio de los triunfadores», y seguro que nos hace pensar a todos dónde está el verdadero camino de la felicidad.

Muchas felicidades por tu libro y que ayude a muchas almas abriendo sus corazones a la Fe. También, mi agradecimiento personal por lo que la lectura de este magnífico libro me ha aportado.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"