La importancia de dejar huella en tu vida
La importancia de dejar huella en tu vida
 

Accede directamente al blog en este enlace:

El podio de los triunfadores

 

 

 

Aquí tienes las últimas entradas

 

 

27.11.2023
Jesús Portilla
Ningún comentario

Leyendo un comentario sobre el juicio final y la miopía que reina hoy, se me ha removido el corazón reflexionando sobre mi propia miopía y la que se observa a nuestro alrededor.

Decía el texto referente al evangelio de San Mateo 25, 31-46: ... "porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme" al que yo añadiría: solicité tu ayuda y me la diste, necesité que me escucharas y me escuchaste, buscaba un buen servicio y me lo diste, te mostré mi trabajo y me felicitaste, quise aprender y me enseñaste, me viste preocupado y me consolaste, me imputaron un error y me defendiste, al verme agobiado en vez de increparme me comprendiste ofreciéndome tu ayuda, me caí y me levantaste, comprobaste que abusaban de mí y le pusiste remedio, me hiciste daño y me pediste perdón...

Hay tantos ejemplos en los que en ese juicio final nos podrán preguntar si verdaderamente hicimos algo de eso y no pasamos por la vida siendo unos miopes ante las personas que teníamos frente a nosotros, que nos dará vergüenza nuestro comportamiento irrespetuoso, hipócrita, soberbio, egoísta, orgulloso y prepotente. Por lo menos a mí me dará mucha vergüenza. Ya me da mucha vergüenza pensar que he tenido ese comportamiento miope, despreocupado y pasota ante tantas cosas que podía haber hecho ante tantos a los que no he visto, por esa invisibilidad que me he creado ante mi paso frente a ellos, no importándome ser miope y seguir mi camino. Pero además, buscando que todo eso lo hagan conmigo, y si no lo hacen, reclamarlo porque soy merecedor de la máxima atención y reverencia ante cualquier demanda mía o necesidad "imperiosa".

Pero no nos da vergüenza. En nuestro examen de conciencia diario no hay lugar para reconocer nuestras ofensas de pensamiento, palabra, obra y omisión, porque solamente nos detenemos a pensar en el daño recibido y los beneficios que no nos han otorgado en casa, en el trabajo, en la tienda y hasta en la calle, porque no se han apartado para dejarnos pasar.

Esa gran miopía es un mal que nos asola allá donde estemos, y que a pesar del ejemplo que algunos nos dan, no nos llama la atención para mejorar nuestro comportamiento, sino que pensamos en lo tontos que son algunos que obran así porque pierden el tiempo demostrando que les importan las personas y porque para ellos es importante poner amor en todo y a todos.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
01.11.2023
Jesús Portilla
2 Comentarios

No sé a vosotros, pero a mí mis padres me insistían en la importancia de ser buena persona sobre todo. Y la verdad es que vemos tanta maldad, tantas personas que caminan por el mundo absolutamente perdidas sin saber a dónde van ni dónde está lo que supuestamente buscan, que creemos que ya no quedan santos o buenas personas a nuestro alrededor.

Pero sí, hay muchas buenas personas y muchos santos que caminan a nuestro lado y que nos dan lecciones cada día con sus acciones y su bien hacer dejando a un lado su egoísmo y pensando en los demás, controlando su soberbia y mostrando su humildad.

Me lo recordaba el otro día Myriam Isabel González Navarro: "Hay mucha más gente de la que pensamos que procura el cambio, haciendo las cosas bien". Pero aun siendo esto verdad, parece que solamente se ve los que quieren ser o disfrazarse de "monstruos", que los que quieren —o procuran— ser o disfrazarse de "santos".

Yo prefiero que mis hijos sean ante todo, buenas personas, santos en su comportamiento, en sus decisiones, en su acciones, con sus parejas, con sus hijos, con su amigos, con sus compañeros, con sus jefes, con sus colaboradores, con sus clientes, con sus proveedores... Sí, yo prefiero que sean santos antes que poderosos, ricos, famosos o exitosos. Y si siendo santos, llegan a ser algo de eso, que no olviden sus principios y valores priorizando ante todo su santidad y bien hacer.

Porque la cosa es fácil. Muy fácil diría yo. Ante cualquier situación con las que nos enfrentamos solamente hay que hacerse una pregunta, antes de tomar una decisión y emprender una acción: ¿está bien o está mal? Aquí no valen los peros. El discernimiento entre el bien y el mal debe de ir primero para que no prevalezca la ambición, el egoísmo, la soberbia y cualquier otro comportamiento que nos haga pensar en los beneficios que EL MAL nos pueda reportar.

El hacernos esta pregunta y obrar en consecuencia, es lo que nos hará seguir ese camino de santo o de monstruo, ese camino de bondad o de maldad, ese camino que hace ser buena persona o mala persona.

Solamente dando ejemplo, dejando nuestra pequeña semilla —ese grano de mostaza—, allá donde estemos y con quien estemos , es lo que hará crecer los grandes frutos de bondad que alimenten a los que —por estar perdidos—, lo necesitan para despertar sus corazones y vuelva  a haber sentimiento, generosidad, amor...

Yo, mientras tanto, seguiré escuchando las voz de mis padres, procurando ser buena persona, aunque lamentablemente, y en muchas ocasiones, me arrepienta de mis acciones y de incluso no haber pedido perdón. Aún así, prefiero ir sembrando pequeñas semillas para poder aspirar al cielo. Creo que algunas de ellas podrán dar fruto.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"
06.10.2023
Jesús Portilla
Ningún comentario

Y si nos encanta dar con gente amable, alegre, atenta, dispuesta a ayudar y hacernos sentir bien... ¿ Por qué no tomar una firme decisión?

Hoy voy a empezar el día dando gracias, sonriendo a mi mujer y a mis hijos, admirando el nuevo día.

Hoy voy a ser paciente ante los atascos, las prisas y los empujones de unos y otros.

Hoy voy a a saludar a mis compañeros, interesarme por ellos y ponerme a su servicio.

Hoy voy a pararme y saber escuchar lo que me dicen, lo que me preguntan, lo que me proponen y conocer mis errores y corregirlos.

Hoy voy a defender y actuar con justicia, ética, moral y honestidad en todos y cada uno de los trabajos, gestiones y convenios.

Hoy no voy a increpar a nadie, sino mostrar, respeto, humildad, educación ante cualquiera que se cruce en mi camino.

Hoy voy a perdonar las ofensas y pedir perdón por mis equivocaciones, mi salidas de tono, mis palabras ofensivas y mis actuaciones incorrectas.

Hoy voy a saber ser agradecido y por tanto agradecer a quien me sirve, quien me ayuda, quien me escucha, quien me facilita el trabajo, quien me da tanto cada día. 

Hoy voy a pensar en los demás, el porqué de sus actuaciones, el porqué de sus palabras, lo que les hace daño, lo que les agrada, lo que necesitan, interesarme por su vida, por sus problemas...

Hoy voy a dedicar tiempo a mi familia y destinar tiempo a ello cada día, mostrando mi amor por cada uno y alegría por ser parte importante de mi vida.

Hoy ejerceré mi vocación tal y como como se espera de ella, escuchando, dándome, entregándome... 

Hoy abandonaré mi egoísmo, mi ambición, mi soberbia, mi vanidad y orgullo, practicando la humildad y generosidad con todos.

Hoy quiero empezar a cambiar y ser un gran soplo de luz y alegría para los demás. A partir de hoy pondré mi empeño en ser para los demás, un instrumento de ayuda procurando la felicidad de quienes me rodean cada día.

No confundas lo que es lo normal con lo que es lo corriente.

Pregúntate: ¿Cuándo vino el ladrón y te robó el alma?

Somos los escultores de este mundo. Convirtámoslo en una obra de arte.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. "Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz""Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"